Cada vez es más habitual ver máquinas expendedoras, por ello, también es más común la  reparación de máquinas vending en Santander . Esto se debe a que su número está creciendo de manera considerable, como consecuencia de las múltiples ventajas que ofrecen, tanto a empresarios como a clientes. Estos equipos están siempre disponibles para que puedas tener el producto que necesitas en cualquier momento.

Pero la historia de estas y, por tanto, de la reparación de máquinas vending en Santander  no ha comenzado ahora. Lo cierto es que ha sido el fruto de una evolución continua desde que empezaran a funcionar allá por la época del antiguo Egipto. ¡Sí, sí, como oyes! ¡Desde hace miles de años!

Los primeros aparatos de este tipo fueron inventados por un griego llamado Herón de Alejandría. Su objetivo era dispensar agua bendita en los templos del alto Egipto y de Tebas, para lavarse las manos y la cara antes de acceder al interior.

Para hacerlas funcionar era necesario introducir una moneda de cinco dracmas. Dicha moneda pasaba por una balanza que abría la válvula para que el agua saliese, cayendo después al fondo y haciendo que el sistema parase de nuevo.

No fue hasta el año 1880 cuando se comenzaron a utilizar las máquinas expendedoras que se activaban con monedas corrientes. Richard Carlisle, dueño de una editorial inglesa, inventó un modelo para vender los libros de su compañía.

Años más tarde, se introdujeron en los Estados Unidos, concretamente en el metro de Nueva York. Vendían varios productos, siendo los chicles los artículos más demandados. Ya a comienzos de la década de los años veinte, la compañía Vendorlator Manufacturing incluyó por primera vez Pepsi y Coca Cola en estas máquinas. Desde entonces su evolución ha permanecido imparable.

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